“También existían en Judea muchos leprosos en tiempo del profeta Eliseo y ninguno de ellos fue curado sino Naamán el sirio” (Lc. Cap.IV).-
1 -Evidentemente aquellas palabras saludables del Señor nos instruyen y exhortan al deseo del culto de Dios, ya que se nos dice que nadie sanó ni fue libre de la lepra corporal, sino aquel que con religiosa piedad procuró la salud.-
2 - Pues los dones divinos no se comunican a los negligentes sino a los que proceden con solicitud. -
3 -Ya lo dijimos en otro libro, que aquella viuda a la cual fe enviada Elías, era símbolo de la iglesia. Fue el pueblo (hebreo) el que primero formó la Iglesia, pero para ceder el lugar a otro pueblo compuesto de naciones extranjeras. Este pueblo se hallaba manchado con la lepra, este pueblo se hallaba degenerado antes de recibir la regeneración en el místico baño; pero una vez purificado de las manchas del cuerpo y del alma mediante el bautismo, no es ya un leproso, sino como una virgen inmaculada y sin arruga alguna. -
(De una homilía de san Ambrosio, obispo; Libro 4 sobre el Cap. 4 de san Lucas)
1 -Evidentemente aquellas palabras saludables del Señor nos instruyen y exhortan al deseo del culto de Dios, ya que se nos dice que nadie sanó ni fue libre de la lepra corporal, sino aquel que con religiosa piedad procuró la salud.-
2 - Pues los dones divinos no se comunican a los negligentes sino a los que proceden con solicitud. -
3 -Ya lo dijimos en otro libro, que aquella viuda a la cual fe enviada Elías, era símbolo de la iglesia. Fue el pueblo (hebreo) el que primero formó la Iglesia, pero para ceder el lugar a otro pueblo compuesto de naciones extranjeras. Este pueblo se hallaba manchado con la lepra, este pueblo se hallaba degenerado antes de recibir la regeneración en el místico baño; pero una vez purificado de las manchas del cuerpo y del alma mediante el bautismo, no es ya un leproso, sino como una virgen inmaculada y sin arruga alguna. -
(De una homilía de san Ambrosio, obispo; Libro 4 sobre el Cap. 4 de san Lucas)