Con respecto al abba Agathón, se decía que la gente iba a buscarlo porque habían escuchado hablar de su gran discernimiento. Queriendo probar si él se encolerizaba, le dijeron: "¿Eres tú ese Agathón del que se dice que es fornicador y orgulloso?" "Sí, es verdad" –respondió él. Ellos continuaron: "¿Eres tú ese Agathón que cuenta sin cesar tonterías y habla mal de los otros?" "Yo soy".
Ellos dijeron además: "¿Eres tú Agathón el herético?" Pero él respondió: "Yo no soy herético". Entonces ellos le preguntaron: "¿Dinos, por qué aceptaste todo aquello con lo que nosotros te abrumamos, pero rechazaste este último agravio?" El respondió: "Las primeras acusaciones, yo. me las hice a mi mismo, ya que eso es útil a mi alma. Pero la herejía es la separación de Dios. Ahora bien, yo no quiero ser separado de Dios". Frente a estas palabras; ellos admiraron su discernimiento y regresaron confortados. (Apotegmas padres del desierto)
Ellos dijeron además: "¿Eres tú Agathón el herético?" Pero él respondió: "Yo no soy herético". Entonces ellos le preguntaron: "¿Dinos, por qué aceptaste todo aquello con lo que nosotros te abrumamos, pero rechazaste este último agravio?" El respondió: "Las primeras acusaciones, yo. me las hice a mi mismo, ya que eso es útil a mi alma. Pero la herejía es la separación de Dios. Ahora bien, yo no quiero ser separado de Dios". Frente a estas palabras; ellos admiraron su discernimiento y regresaron confortados. (Apotegmas padres del desierto)